Otros tipos de respiración

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Aprender a respirar

Cuando nos ponemos nerviosos, emocionados o agitados, se desencadena una liberación de sustancias, adrenalina y cortisol, y empezamos a respirar de forma corta y rápida. Nuestra energía se centra en la zona pulmonar y para relajarnos sería bueno realizar una respiración abdominal profunda, controlada y lenta. Mientras más lenta y profunda sea la respiración, más nos relajaremos. El mantener una buena respiración nos proporciona diferentes beneficios a nuestro organismo, es la herramienta más útil para disminuir la ansiedad, mejorar el funcionamiento de nuestro cuerpo y de nuestra mente, y disminuye la fatiga, algo muy útil para los asmáticos.

Los ejercicios de respiración debemos de realizarlos inspirando de manera lenta, cómoda y silenciosa. Es importante que la exhalación dure más que la inhalación. Después de haber vaciado a fondo los pulmones, la respiración exige ponerse en marcha otra vez, el vientre se relaja y comienza el proceso de nuevo. Si centramos nuestra atención en la respiración regular, lenta y profunda, notaremos que disminuye las tensiones y contracturas de los músculos de la cara, el cuello, los hombros y la espalda, y se produce una reducción en el ritmo cardíaco produciendo en nosotros un estado de relajación.

A continuación, se describen otros tipos de ejercicios de respiración:

Respiración alternante (especialmente indicada para dolores de cabeza tensionales o producidos por sinusitis crónica):

Nos sentamos en una posición cómoda y apoyamos los dedos índice y medio de la mano derecha sobre la frente.
Cerramos la fosa nasal derecha con el dedo pulgar e inspiramos lentamente por la izquierda.
Cerramos la fosa izquierda con el dedo anular y abrimos la derecha, quitando de ella el dedo pulgar y espiramos lento y profundo por la derecha.
Empezamos haciendo 5 ciclos y vamos aumentando lentamente hasta alcanzar entre 10 y 25 ciclos.

Respiración suspiro/ bostezo (herramienta que utiliza de manera natural nuestro cerebro para recuperar oxígeno de una forma rápida cuando no tomamos el oxígeno que necesitamos):

Mediante el suspiro nuestro cerebro trata de remediar esta situación de hipoxia.
Nos sentamos o nos quedamos de pie
Inspiramos profundamente durante cuatro segundos.
Suspiramos profundamente emitiendo, a medida que el aire va saliendo de los pulmones, un sonido de profundo alivio.
Repetimos este proceso 8 a 10 veces, siempre que sintamos la necesidad.

Respiración y flexión (nos ofrece una relajación de los músculos, que después se traduce en tranquilidad mental.

Nos ayuda a flexibilizar el dorso. Esto influye de manera positiva en la capacidad respiratoria y facilita cualquier otro ejercicio de respiración que queramos hacer):

Nos ponemos en pie con las manos en las caderas.
Mantenemos la parte inferior del cuerpo rígida mientras inspiramos.
Nos doblamos hacia delante todo lo que podamos, espirando el aire por la boca.
Poco a poco nos vamos incorporando, inspirando por la nariz lentamente, manteniendo así una respiración completa.
Repetimos el proceso entre 8 y 10 veces.

Método de respiración de Win Hof

La técnica de respiración de Wim Hof afecta al sistema nervioso autónomo, responsable de controlar los procesos inconscientes que resultan vitales para el funcionamiento de nuestro cuerpo. En concreto, se encarga de activar el sistema nervioso simpático, el cual nos ayuda a mantener la motivación. El ritmo cardiaco se acelera, los vasos sanguíneos se contraen, la presión arterial se eleva y la temperatura corporal aumenta. Al mismo tiempo, aumentan la producción de ATP, el consumo de energía y la capacidad de captación de oxígeno de los pulmones. Debido a esta rápida e intensa técnica de respiración, nuestra circulación se ve enriquecida, durante un breve periodo de tiempo, con un mayor nivel de oxígeno (O2), mientras que liberamos dióxido de carbono (CO2). Una vez llevada a cabo esta respiración, contamos en la sangre con más oxígeno que dióxido de carbono. Además, el valor del PH de nuestra sangre aumenta mínimamente durante un corto periodo de tiempo, lo que implica que se dé en la sangre un PH básico y que la hiperacidez de nuestro cuerpo se vea reducida. Importante: Realizada correctamente, la técnica de respiración de Wim Hof es una más que interesante herramienta para obtener una mayor energía y concentración. Si la ponemos en práctica, observaremos en primera persona el poder que una buena respiración consciente puede tener.

A grandes rasgos, estos son algunos de los beneficios más importantes del Método de respiración Wim Hof:

  • Una mayor energía y capacidad de concentración a través de la respiración y de la activación del sistema nervioso simpático.
  • Menor cantidad de estrés oxidativo y una mayor capacidad de resistencia contra él (resiliencia) a través de la activación del sistema inmunológico y del componente de la meditación.
  • Una mejor calidad del sueño a través de una menor sensación subjetiva de estrés.
  • Un sistema inmunológico más resistente por medio de la liberación de adrenalina antiinflamatoria y la proliferación de leucocitos.
  • Una mejora de la regeneración a través de una mejor circulación sanguínea y la consiguiente rápida descomposición de los productos de deshecho de nuestro metabolismo, como puede ser el lactato. Asimismo, las estructuras que se han de regenerar reciben una mayor cantidad de oxígeno y nutrientes.
  • Alcalinidad de la sangre, una clave de nuestra salud está en el pH de la sangre, ante el exceso de acidez, la sangre roba nutrientes del resto de órganos ,eso causa cansancio, dolor de cabeza, problemas digestivos, desmineralización.

Método Wim Hof, ha sido hasta nuestros días constante objeto de investigaciones científicas. Por ejemplo, a principios de la década del 2000 se demostró la influencia de este método en el sistema nervioso autónomo y en el aumento de la liberación de sustancias antiinflamatorias.