Sobre el SAR

Viene de la pág. 76, 77

Tabla de contenidos

(Viene de la página 77, en la versión Kindle página 76)

¿Dónde reside el Sistema de Activación Reticular?

El Sistema de Activación Reticular reside en algunas regiones evolutivas del cerebro críticas para la supervivencia durante períodos de adversidad o estrés. Se compone de varios circuitos de neuronas que conectan el tallo cerebral con la corteza cerebral y con los núcleos del tálamo situado encima del hipotálamo. Está vinculado con la parte más primitiva del cerebro y con la “atención implícita” que es instintiva, inconsciente, e involuntaria y que prácticamente no exige esfuerzo. Somos conscientes de lo que nuestro SAR nos permite, podemos decidir enfocar nuestra atención cada día en algo que deseamos. Nuestro SAR comenzará a filtrar la información que recibe y comenzaremos a fijar nuestra atención en aquello que nos sirva para obtener el objeto de nuestro deseo. El filtro reticular nos mostrará automáticamente las oportunidades que llegan a nuestra vida para alcanzar nuestros objetivos y conseguir las metas que nos fijamos.

Visualiza aquello que quieras conseguir en tu vida. Cuando se desea algo el SAR está alerta y lo detecta pasando dicha información al tálamo y de allí al cerebro límbico y el neocórtex (más desarrollado) responsable de la acción racional. Así, por ejemplo, podemos empaparnos de información de aquello que queremos conseguir leyendo libros de negocio, asistiendo a seminarios o iniciando un programa de entrenamiento. Todo ello favorecerá que nuestro SAR filtre aquella información relacionada con las oportunidades que estamos buscando y nos permita seleccionar y tomar las decisiones adecuadas.

¿Como conectaremos con nuestro S.A.R. de manera más eficiente para conseguir un objetivo concreto que nos propongamos?

Hemos de tener en cuenta un aspecto con lo que acabamos de leer, focalízate en una sola cosa. El que mucho abarca poco aprieta… céntrate en tu objetivo y trabaja en él, cuando ejercemos la “multitarea” mantenemos nuestra atención dividida, es decir, distribuimos la capacidad de focalización entre las distintas tareas, reduciendo su intensidad. Tengamos en cuenta que cuanto mayor sea la intensidad de atención, mayor será la probabilidad que la información relevante haya sido guardada en la memoria a largo plazo. Hay que exigir la atención plena y selectiva en aquellas cosas importantes para nuestros objetivos y evitar cualquier otra actividad o distracción. La conexión entre la dopamina y la atención es también de gran importancia. La dopamina es un neurotransmisor que sintetizan las neuronas. Es esencial en la transmisión de impulsos nerviosos hacia los músculos. De igual modo, influye en el funcionamiento del cerebro y del sistema endocrino, regulando la conducta y el estado de ánimo, siendo responsable de favorecer la relajación y el bienestar.

Entre sus funciones encontramos la coordinación de ciertos movimientos musculares, la regulación de la memoria, los procesos cognitivos asociados al aprendizaje e incluso se ha visto que tiene un papel importante en la toma de decisiones. Este neurotransmisor se genera cuando el individuo entiende que recibirá una recompensa generando una reserva de energía interna que ayuda a mantener activa la atención de forma consciente y sostenida. También interviene en el grabado de la información en los bancos de memoria gracias a que es un reforzador de las conexiones sinápticas. O sea, que nuestra atención será recompensada.

¿Estás listo para activar tu S.A.R.?

¿Te has parado a pensar cuál es tu propósito de vida? ¿Has definido tus objetivos? ¿Estás dispuesto a focalizarte en ellos? ¡Empieza a ponerlo en práctica!